Por qué será que nos encanta el doble sentido, y somos tan sexo temáticos que somos felices hablando así, si y es que nos metemos hasta con la comida para ponerle algo de sazón verde a la conversión. La verdad no sé porque, pero yo… yo no lo dejo de hacer, es mejor reírnos que andar con la geta torcida todo el día.
Esta mañana escuche en uno de mis
programas de radio favoritos, algo así como: "Me comí unas cucas en
vacaciones, que ni pa` que les cuento"; inmediatamente la conductora del
programa la corto con comerciales; al final de cuentas, la locutora tuvo que
explicar al aire que se refería era a ese pan o galleta llamado cuca, y si, hay
que decirlo la cuca es deliciosa.
La comida es la principal víctima
del Doble sentido, si la arepa quesuda, la cuca, la panocha, el chorizo, el
pepino; sí, el pepino, yo he visto en el supermercado como las mujeres observaban
detenidamente el pepino, y se ríen entre ellas. Pero no solo la comida, hay
algunas palabras que ya han perdido su valor gramatical por lo mal usadas, o
mejor lo mal interpretadas, ese es el caso de pararse, coger, anotar, meter,
chupar, y muchas más; a eso sí, aplica el doble sentido en cualquiera de sus
conjugaciones.
Es que hablar en doble sentido es
tan normal, en la tv en la radio, incluso en las canciones podemos identificar
el doble sentido, y no solo sexual, miren:
La Media Arepa - San Miguelito:
es esa que dice, dame la media arepa, dame la arepa entera; cuando la escuche
por primera vez pensé algo así como "que vieja tan rogada"
De esta si no encontré el nombre,
pero dice algo así como "por el chiquito, por el chiquito mi esposo no
quiere darme". Lo primero que pensé es esta vieja que hace rogando para
que le den por el asterisco!
Y si nos alejamos del sexo pongan
atención a Juanes con la canción el yerbatero, que man tan burro. Pero nada
como las infantiles como esta: "y la colita es mía es mía doctor, la inyección
no no no" juzguen ustedes.
Esteban Valderrama
No hay comentarios:
Publicar un comentario