lunes, 6 de enero de 2014

NO SE ENGAÑE SOL@

Cada vez que inicia el año nuevo, nos ponemos a hacer promesas insulsas que siendo sinceros no cumpliremos. Este año bajo de peso, este año dejo de fumar, este año ahorrare, o que tal este; este año conseguiré el amor. Estas son solo una de aquellas mentirillas que nos hacemos a nosotros mismos.

Mire no se engañe, sea claro y franco con usted mismo, si no va a cumplir no haga promesas, incumplirse a usted mismo atrae malas energías, haga solo promesas que sabe que va a cumplir, y si se promete algo póngale fecha, y asegúrese de hacer un plan de actividades que poco a poco hagan que su promesa se cumpla.
Si va a buscar el amor, simple, no lo busque él llega sin buscarlo y cuando menos se lo imagina, eso sí, no se enamore, si claro, así como llega también se va.

Si va a ahorrar, solo haga cuentas; sume, reste, divida, multiplique y decida cuánto dinero  mensual, quincenal, semanal o como usted quiera, piensa destinar para ahorrar, y por lo que más quiera, no utilice ese dinero en cosas que no estaban planeadas hacer con esa plata, es decir: no cambie de celular, no rumbee, no pague deudas, ni mucho menos preste ese dinero, si seamos serios, no se sabe cuándo se la paguen.

Si ha pensado en bajar de peso o entrar al gimnasio, hágalo pero completo, es decir no pague el primer mes y vaya una sola semana, no le haga donaciones al gimnasio, si yo sé, es difícil pero no imposible; dedique el tiempo, inicie suave, de tal modo que al día siguiente tenga aun fuerzas para regresar, hasta que coja un ritmo y pueda continuar, no se mate los dos primeros días, no exagere, usted no es la mujer maravilla ni superman, y siendo sinceros encestaríamos por lo menos unos 3 años de gym para parecernos a ellos.

Así que ya sabe, prometa solo cosas que puede cumplir, ah y por favor, no compre nada de jabones de la buena suerte, nada de eso de 7 mozas, quereme, saca todo, llueve dinero o de cualquier cosa por el estilo, nada de eso funciona, no se deje robar,  mejor cómprese un libro y alimente el cerebro. 


Esteban Valderrama 



No hay comentarios:

Publicar un comentario